El buen feng shui propone que se deben
habitar espacios saludables, sentirnos a gusto en ellos. Lo que redundará en tener
una vida más próspera y plena.
Para conseguir un espacio sano es
necesario considerar uno de los pilares conceptuales del feng shui, la teoría
del yin y el yang, la cual se basa en la existencia de dos fuerzas opuestas y
complementarias observables en todas las cosas y seres vivientes, estas dos
fuerzas representan la polarización que se produce al romperse la unidad de
origen.
Percibimos lo Yin y lo Yang por
contrastes. La fuerza yin, representa lo femenino, el polo negativo, lo pasivo,
el descanso, la sombra, la noche y la luna. La fuerza yang, representa lo
masculino, el polo positivo, lo dinámico, el impulso, activo, la luz, el día y
el sol.
Estas energías mutables, lo yin se
transforma en yang y lo yang en yin, no debemos dar
connotaciones positivas o negativas a estos complementarios, es el desbalance entre ambos lo
que resulta nocivo para la vida.
El balance justo para cada habitación
Cuando queremos aplicar Feng Shui a un
espacio físico lo primero que necesitamos hacer es identificar de modo consciente
la relación Yin-Yang predominante. Este balance se reconoce a través de los
cincos sentidos, pero también a partir de las sensaciones que transmite el
lugar.
De acuerdo con la actividad para la que
esté destinado un ambiente será más adecuado que haya cierto predominio de un
tipo de energía sobre otra, pero lo que siempre habrá que evitar son los
excesos. Así, por ejemplo, los lugares donde se descansa o es necesario
relajarse deben ser más Yin, y aquellos donde se hacen actividades más
dinámicas (como comer, trabajar o jugar) requieren una energía más Yang.
Los cuartos de la casa que necesitan un
leve predominio de ambientación Yin son los dormitorios, los baños, los
sectores de meditación u oración y los lavaderos. El recibidor, la cocina, el
play-room, deben nutrirse con una tendencia más Yang. Finalmente, hay sectores que
necesitan un 50% de Yin y otro 50% de Yang, es el caso del living, el comedor,
el escritorio u oficina, jardines y balcones.
Cómo diagnosticar el Yin-Yang de tu casa
Para detectar si existe un exceso
nocivo de alguna de las dos energías debes recorrer los ambientes de tu casa y
prestar atención a algunos parámetros.
·
Ambientes con exceso Yin
- Estos espacios reúnen al menos tres de
las siguientes condiciones:
- Escasa ventilación e iluminación deficiente.
- Acumulación de objetos pequeños en lugares estrechos.
- Deterioro de la pintura, predominio de colores pálidos y
desgastados.
- Humedad en las paredes o pérdidas de agua en griferías.
- Ambientación en colores oscuros (gris, negro, marrón oscuro) o
fríos (azul, blanco, metal).
- No hay plantas.
- Hay pocos habitantes o ninguno.
- Temperatura ambiental fría.
- Silencio absoluto.
- Olor a encierro o a humedad.
- Sensación de quietud.
* Ambientes
con exceso de Yang
Una casa o ambiente con demasiado Yang reúnen al menos tres de las
siguientes condiciones:
- Luz solar o artificial muy intensa.
- Calor excesivo.
- Los colores de la ambientación son brillantes e intensos (rojo,
naranja, verde, amarillo fuerte).
- Ruidos estridentes durante varias horas.
- Corrientes de aire entre puertas y ventanas.
- Plantas en excesos y muy tupidas.
- Formas triangulares, muebles de contornos agresivos.
- Olor intenso de desodorantes ambientales.
- Movimiento permanente de personas y objetos.
Cuando la energía Yin se desequilibra
produce: estancamiento, depresión, inseguridad, pesimismo, desamparo, flojera,
frustración, etc.
Par mejorar la energía recurrir a las
soluciones yang:
ü Incrementar la luz en determinadas áreas de la vivienda
ü Evitar que el mobiliario cree obstáculos
ü Eliminar objetos estancados y trasteros
ü Buscar colores más luminosos o alegres
ü Ventilar adecuadamente el espacio
ü No abusar de cuadros y objetos que den la sensación de frio o soledad (el
simbolismo influye de una forma sutil).
ü Revisar la cercanía e lugares como cementerios, zonas ruinosas, agua
estancada, etc.
Cuando la energía Yang se desequilibra
produce: violencia, irritabilidad, hiperactividad, ansiedad, perturbaciones en
el sueño, peleas, conflictos, etc.
Par mejorar la energía recurrir a las
soluciones yin:
ü Suave e indirecta
ü Uso de tonos oscuros
ü Cortinas que procuren intimidad
ü Dormitorios sencillos sin elementos de dispersión como televisión u
ordenador
ü Música tranquila
ü Procurar silencio
ü Cocina con abundancia de frutas y verduras.
ü Iluminación fría.